THE NAZIS
¿Como los Nazis ayudaron sin quererlo en el avance de la Medicina?
Durante el régimen nazi se cometieron incontables crímenes, entre ellos los realizados por científicos y médicos. La experimentación nazi tenía dos grandes finalidades: buscar la fabricación y mejora de una raza única (aria) y solucionar problemas surgidos durante la Segunda Guerra Mundial. Para la primera se realizaron experimentos que tenían que ver con la esterilización, eutanasia y eugenesia. Mientras que para la segunda se buscaba mejorar la resistencia al frío, así como a la altitud [1]. Para llevar a cabo los experimentos se utilizaron a los prisioneros. Así, los campos de concertación se convirtieron también en centros de experimentación; en grandes laboratorios en los que nunca faltaban cuerpos para explorar y torturar.
Josef Mengele fue un oficial alemán de la SS en el campo de concentración de Auschwitz, y quien, además de encargarse de seleccionar a las víctimas que morirían en las cámaras de gas, realizó terribles experimentos con prisioneros.
El comandante en jefe de la SS, Heinrich Himmler, fue uno de los responsables de ordenar la matanza de millones de personas, entre ellas judíos, homosexuales, comunistas, enfermos mentales, etc. Desde el inicio Himmler estuvo muy interesado en la experimentación, por ello ordenó que todos los experimentos debían ser consultados con él antes de iniciar.
Experimentos con gemelos
La eugenesia o manipulación genética fue uno de los mayores intereses de los nazis. Y se creía que los gemelos eran la opción ideal para descubrir más sobre la genética. Según Otmar von Verschuer, biólogo y preocupado con el “higiene racial”, la investigación con gemelos era el “método soberano para la investigación genética con humanos”. Con estas pruebas se buscaba encontrar las similitudes y diferencias en la genética de los gemelos. Josef Mengele fue el hombre encargado de liderar estos experimentos. Más de 1500 pares de gemelos fueron sometidos a pruebas y sólo 200 sobrevivieron. Mengele fue seleccionado como el médico principal de Auschwitz por haber realizado un estudio en el que según él, la raza de una persona podía identificarse por la forma de la mandíbula.
Para llevar a cabo los experimentos, los gemelos eran separados por edad y sexo. Luego eran encerrados. Los experimentos iban desde inyecciones con químicos en los ojos para ver si así podían cambiar de color, hasta coser a dos gemelos para “crear” siameses.
Experimentos con trasplantes
La finalidad de estos experimentos era la de estudiar la regeneración de músculos, nervios y huesos. Para ello, se realizaron trasplantes de huesos y se extrajeron músculos y nervios; todo sin anestesia. Este tipo de experimentos se realizaron en el campo de concentración de Ravensbrück. La mayoría de las víctimas quedaron mutiladas o discapacitadas, además que muchas murieron.
Experimentos de esterilización
Desde 1941 hasta 1945, se realizaron experimentos de esterilización sobre todo en Auschwitz y Ravensbrück. La finalidad era la de esterilizar a millones de personas en poco tiempo y con poco esfuerzo. Además de estos experimentos, como parte del programa de esterilización compulsiva, el gobierno nazi esterilizó cerca de 400,000 personas. Los prisioneros recibieron inyecciones que contenían yodo y nitrato de plata, mismas que causaron dolor abdominal y cáncer cervical. Para evitar eso, los pacientes fueron tratados con radiación.
Entre las enfermedades de la época que acababan con las tropas alemanas en el campo de batalla estaban la malaria, tuberculosis, fiebre, hepatitis tifoidea. Por ello, la segunda clase de experimentos buscaba combatirlas.
Experimentos sobre malaria
En el campo de concentración de Dachau se realizaron investigaciones para tratar la malaria. Lo que se hacía era tomar prisioneros, quienes eran infectados con mosquitos o inyectados con extractos de una glándula mucosa de mosquitos. Lo que se buscaba era que los prisioneros contrajeran la enfermedad para luego aplicarles diversas drogas y ver cuál era más eficaz. Más de 500 personas murieron a causa de este experimento.
Experimentos sobre el tifus, viruela, cólera y difteria
En Buchenwald se realizaron experimentos para investigar la fiebre y su posible solución. Los prisioneros fueron inyectados con la bacteria del tifus, lo que ocasionó la muere de más del 90% de las víctimas. Otros prisioneros fueron vacunados con sustancias químicas, para después de algunas semanas ser inyectados con gérmenes de fiebre. El resto eran infectados sin protección previa para comparar los resultados. También se realizaron experimentos con viruela, fiebre amarilla, cólera, difteria, etc.
Experimentos para combatir la hipotermia
Con estos experimentos se buscaba encontrar la mejor manera de combatir la hipotermia. Como los soldados podían estar horas a temperaturas considerablemente bajas, tratar la hipotermia era importante para los nazis. Estos experimentos fueron dirigidos por la Luftwaffe, fuerza aérea de Alemania, así como por los comandantes de Dachau y Auschwitz. Los prisioneros eran colocados en agua a una temperatura entre los 2.5 y 12ºC; eran vestidos con el uniforme aéreo y con o sin casco [2]. Para medir la temperatura corporal se insertaba una sonda en el recto. En algunos de los estudios se dejaba a los prisioneros hasta por tres horas en el agua y en otros se sumergía la parte posterior de la cabeza.
Con los experimentos se lograba ver a qué temperatura el prisionero moría, y el tiempo que había estado en el agua. Además se buscaba saber cómo resucitar mejor a la persona luego del congelamiento. El médico de la SS, Sigmund Rascher, publicó los resultados obtenidos en la conferencia médica “Problemas médicos surgidos del mar y el invierno” en 1942.
Experimentos con gas mostaza y fosgeno
En los campos de concentración de Natzweiler y Sachsenhausen, los prisioneros eran sometidos a gas mostaza y fosgeno para probar posibles antídotos. Lo anterior para evitar que los soldados nazis murieran en combate a causa de estos.
Experimentos con veneno y bombas
Para investigar el efecto de distintos tipos de veneno, entre 1943 y 1944 se realizaron diversos experimentos en el campo de concentración de Buchenwald. Los venenos se colocaban en la comida de los prisioneros, por lo que no sabían que estaban siendo envenenados. Las víctimas morían como consecuencia del veneno aunque a veces eran asesinadas para realizar la autopsia.
También se realizaron experimentos en este campo para ver el efecto de algunos fármacos en las quemaduras con fósforo. Las quemaduras se realizaban a prisioneros con sustancias que se extraían de bombas incendiarias.
Muchos de los prisioneros que fueron sometidos a experimentos, murieron durante las pruebas y otros tantos fueron asesinados después para ver el efecto tras la muerte. Los pocos que sobrevivieron quedaron marcados de por vida. Algunos mutilados y otros con discapacidad de por vida; pero todos con un trauma psicológico que no se podía comparar con nada.
Después de que la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin en 1945, muchos médicos fueron llevados a juicio. El código de Núremberg fue el resultado de las disputas entre médicos que establecieron que debía existir un consentimiento voluntario de los pacientes, debía evitarse el dolor y el sufrimiento.
Lamentablemente el dolor nunca podrá desaparecer por completo; aun después de la muerte de la mayoría de aquellos que vivieron las atrocidades del Holocausto, las lágrimas derramadas han formado ríos tan grandes que ni el paso del tiempo logrará secar.
Bibliografía:
[1] Rubio, Ana. Los nazis y el Mal: La destrucción del ser humano (2014) Editorial UOC, Barcelona.
[2] TWC. Trials of War Criminals Before the Nuremberg Military Tribunals - Washington, U.S Govt. Print. Off., 1949-1953, Vol. I
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